11 diciembre 2010

Lithium

Corro sin poder parar, algo me asusta y atrae al mismo tiempo.
Corro con todas mis fuerzas, esquivo arboles,
ramas salientes del suelo, salto sobre el pequeño charco,
mis pies descalzos ya no pueden más pero no puedo parar,
no debo parar.
Siento que si paro, mi corazón dejará de latir.
Vuelvo a esquivar una rama, casi caigo en un descuido
pero logro reponerme y seguir.
Miro hacia atrás, me parece ver una sombra,
corro más rápido.
Frío, tengo muchísimo frío,
sobre mi cuerpo, a mi alrededor...
Todo lo que veo o roza mi cuerpo mientras corro
es frío.
Estoy en el suelo, me acabo de caer, intento levantarme
pero mi cuerpo no se mantiene en pie y vuelvo a caer.
Se acerca aquella sombra que me perseguía.
Intento por todos los medios arrastrarme hacia la pequeña
laguna que hay a escasos pasos de mi,
la sombra cada vez suena más cerca,
buscándome desesperadamente.
Mis manos tocan el agua fría de la laguna y
me impulso dentro.
No tengo fuerza para nadar o simplemente
para salir a flote.
Dejo que mi cuerpo se hunda,a la vez que veo
el reflejo de aquella sombra que me perseguía
viendo como me hundo.
No puedo respirar y el oxígeno cada vez es menor
en mi sangre.
Siento libertad, siento como si mi cuerpo cada vez
pesara menos, siento...
Como mi alma se va separando de mi cuerpo

No hay comentarios:

Publicar un comentario