16 diciembre 2010

My inmortal

Has estado siempre ahí,
en lo bueno y en lo malo.
Cuando he llorado, me has
secado las lágrimas.
La tristeza se volvía alegría
con tus bromas.
Siempre sentía mi corazón saltar
reír... ser feliz.
Pero ahora ¿qué?
No siento nada
Tú, que eras mi guía, te has
convertido en mi destructor.
Antes, lo que era felicidad,
lo que era un corazón palpitante,
lleno de emoción y nervios,
ahora se ha convertido en un musculo vacío,
que por no sentir, no siente
nada.
Pero a pesar de eso, te sigo teniendo
en él.
A pesar de destrozarlo, romperlo,
abandonarlo y demás.
Te tengo en él como el primer día,
y duele.
Sentirme como siento, sola,
no es un sentimiento que a
nadie le guste.
Es más,
últimamente, solo quiero a mi soledad,
ya que, a pesar de todo, es la única que
me hace compañía.
Tú, al que le dado todo.
Al que me llenaba de gozo con una simple caricia.
El que ha sido todo para mi y sigue siendo a
pesar de todo, lo único que
ocupa mi corazón.

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