05 diciembre 2011

Titanium

Comienza, sueltalo todo, respira, estás en casa.
¿Quieres vivir?, hazlo, simplemente hazlo, dejalo todo y vive lo que quieras vivir.
Es TÚ vida, no la de cualquier otra persona, y nadie, tiene derecho a cambiarte.
Dejate llevar por el sonido del mundo, no te pares a pensar, sólo hazlo, hazlo, ya.
Lo necesitaba, te necesitaba, te lo debo, gracias por volver, por hacerme volver a conectar, pequeña.
Mi risa, alta y clara, que sale como si un chorro de alegría brotara de mi pecho,
ojos alegres, vibrantes, que tienen vida, con luz, con alma.
¿Por qué te escondiste durante todo este tiempo?
¿Tenías miedo?
Ya no hay nada que temer pequeña, sal de las profundidades de tu escondite, ahora mismo,
todo es luz en el exterior, nadie te va a volver a herir, ni a obligar que vuelvas a irte, te lo prometo.
Sonría, canta, grita, sé la niña chica más tonta e inocente del mundo, vive de nuevo, tienes una segunda oportunidad para vivir, para volver a brillar con luz propia, no la desaproveches.
Mírala, mírala y di que no es ella, la misma, la que de pequeña quería estar dentro de sus historias y ser la dama que salvaba al caballero, la que soñaba con poder volar sobre la cabeza de un dragón, la que no se conformaba con ser como eran las demás niña, la que amaba leer y los videojuegos.
Aquella niña, que se sentía inferior, por el simple hecho de ser diferente, por no ser como los demás, pero que poco a poco, se hizo fuerte y a pesar de ser pequeña, muy grande.
¿La ves?, justo ahí, en los ojos, vuelve a salir.

Te necesitaba a mi lado, necesitaba que me cogieras la mano al andar hacia lo que sea que tenga en mi historia escrita, mi pequeña musa, la razón de mi ser, la razón por la que sigo aquí.

Una vez escribí:

"No lo sé, tal vez deba seguir adelante, ciega y confiada, de que todo lo que
me espera en adelante será lo que espero, lo que mi alma necesita para seguir
viva un tiempo más.
Lo único que se en estos momentos, es que realmente, no sé nada."


Y ahora, se que no me equivoqué al seguir adelante, ciega y confiada, porque ahora, de nuevo, te tengo a ti pequeña.

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