18 febrero 2012

Creep

Cuando creía que te habías ido, y ya no volverías,
cuando pensaba que era libre de tus pesadas ausencias, de tus alas sobreprotectoras.
Apareces de nuevo, volviéndome frágil e indefensa, algo que siempre te ha encantado.
No tener fuerza de decisión, ni mando, sentir el peso de tus esposas en mis manos, que no me dejan reaccionar, echarte de aquí, huir.
Sabes que no me haces bien, que no te soporto, pero sigues acudiendo a mi,
con cada pareja, con cada sonrisa, con cada amigo.
Tiemblo ante el miedo de que te quedes, de que te agarres tan fuerte a mi, que no me dejes escapar y seguir libre como el primer día.
Te obsesionas conmigo, con que vuelva a ser tu esclava, a que vuelva a ser una marioneta en tus manos, y yo, como cobarde que soy, callo, y callo, hasta que todo vuelve a suceder .
Quiero ser capaz algún día, querido amigo, de poder rehuirte, de conseguir ignorarte.
Has estropeado tantas cosas en mi vida, gente que ya no volverá y siguen rompiendo sus recuerdos en mi mente, enfurecidos, intentando destruirme y todo por tu culpa.
Por hacer que me deje llevar por todo lo que sale de tus dulces palabras, de cada caricia para que te obedezca, por cada susurro en la noche, en los que me dices, que tú eres lo correcto.
Pero no, no puedo, no puedo seguir con esto, con tus continuos reproches, con que siempre, siempre, siempre, sea yo la que de el paso, la que se deje llevar, porque ya no quiero seguir estando bajo tus ordenes, porque ahora, no quiero seguir siendo la persona en la que me convertiste, querido amor, ya no quiero seguir siendo aquella chica, de la cual te enamoraste, y de la cual, hiciste que estuviera con uno de los peores errores de su vida.
Nuestros caminos se separan aquí, no quiero volver a verte, ni sentirte, ni soñarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario